miércoles, 26 de octubre de 2016

TIERRA Y LUNA, ¿Cuál es su historia?.

Las mediciones de isótopos de potasio en rocas de la Tierra y la Luna indican que el satélite está formado por manto de la proto Tierra, vaporizado tras el impacto de otro planeta.
Pequeñas diferencias en la separación de los isótopos de potasio entre la Luna y la Tierra estaban ocultos debajo de los límites de detección de la tecnología analítica hasta ahora. Pero en 2015, el geoquímico de la Universidad de Washington en San Luis Kun Wang; y Stein Jacobsen, profesor de geoquímica de la Universidad de Harvard, desarrollaron una técnica para el análisis de isótopos que puede alcanzar precisiones diez veces más perfeccionadas que el mejor método anterior.
Wang y Jacobsen han revelado ahora diferencias isotópicas entre las rocas lunares y terrestres que proporcionan la primera evidencia experimental que puede discriminar entre los dos modelos principales para el origen de la Luna. En un modelo, un impacto de baja energía deja a la proto-Tierra y a la Luna envueltos en una atmósfera de sílice; en la otra, un impacto mucho más severo vaporiza el impactador y la mayoría de la proto-Tierra, que acaba formando un disco enorme de superfluido del que cristalizará la Luna con el tiempo.
El estudio isotópico, compatible con el modelo de alta energía, se publica en la edición en línea anticipada de Nature del 12 de septiembre. "Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia sólida de que el impacto realmente vaporizó (en gran parte) la Tierra", ha afirmado Wang, profesor asistente de ciencias terrestres y planetarias en Artes y Ciencias.
A mediados de la década de 1970, dos grupos de astrofísicos propusieron de forma independiente que la Luna se formó por la colisión entre un cuerpo del tamaño de Marte y la proto-Tierra. La hipótesis del impacto gigante explica muchas observaciones, como el gran tamaño de la Luna respecto a la Tierra y las tasas de rotación de la Tierra y la Luna, y se convirtió en la principal hipótesis para el origen de la Luna.
En 2001, sin embargo, un equipo de científicos informó de que la composición isotópica de una variedad de elementos en las rocas terrestres y lunares son casi idénticas. Los análisis de las muestras traídas por las misiones Apolo en la década de 1970 mostraron que la misma luna tiene las abundancias de los tres isótopos de oxígeno estable, igual que la Tierra.
Esto era muy extraño. Las simulaciones digitales del impacto predecían que la mayor parte del material (60-80 por ciento) que se fusionó en la Luna venían del objeto impactador y no de la Tierra. Pero los cuerpos planetarios formados en diferentes partes del sistema solar tienen, en general, diferentes composiciones isotópicas, así que diferentes firmas isotópicas sirven como "huellas dactilares" de los planetas y meteoritos del mismo cuerpo. La probabilidad de que el impactador tuviera iguales firmas isotópicas que la Tierra era extremadamente pequeña.
Así que la hipótesis del impacto gigante tenía un problema importante. Podría coincidir con muchas de las características físicas del sistema Tierra-Luna, pero no en su geoquímica. Los estudios de composición isotópica habían creado una "crisis isotópica" para la hipótesis.
Ahora, la nueva investigación publicada en Nature se centra en el elemento potasio, e informa de los datos isotópicos de alta precisión de potasio para una muestra representativa de las rocas lunares y terrestres. El potasio tiene solamente dos de los tres isótopos estables, potasio-41 y el potasio-39, que son lo suficientemente abundantes como para ser medida con precisión suficiente para este estudio.
Wang y Jacobsen examinaron siete muestras de roca lunar desde diferentes relaciones de la misión lunar, y compararon sus isótopos de potasio con los de las ocho rocas terrestres representantes del manto de la Tierra. Encontraron que las rocas lunares se enriquecieron con alrededor de 0,4 partes por mil en el isótopo más pesado de potasio, potasio-41.
El único proceso de alta temperatura que podría separar los isótopos de potasio de esta manera, dijo Wang, es la condensación incompleta del potasio respecto del vapor durante la formación de la Luna. En comparación con el isótopo más ligero, el isótopo más pesado decaería preferentemente fuera del vapor y se condensaría.
Los cálculos muestran, sin embargo, que pasaba si este proceso ocurría en un vacío absoluto, dando lugar a un enriquecimiento de isótopos pesados de potasio en muestras lunares de alrededor de 100 acciones por mil, mucho más altas que el valor que Wang y Jacobsen encontrón. Pero na mayor presión suprimiría el fraccionamiento, dijo Wang. Por esta razón, él y su colega predijeron que la Luna se condensó en una presión superior a 10 bares, aproximadamente 10 veces la presión atmosférica al nivel del mar en la Tierra.
Su hallazgo de que las rocas lunares se enriquecen en el isótopo más pesado de potasio no favorece el modelo de la atmósfera de sílice, que predice que las rocas lunares contienen menos cantidad del isótopo pesado que las rocas terrestres, lo contrario de lo que encontraron los científicos.
En su lugar, es compatible con el modelo de la atmósfera del manto, que predice que las rocas lunares contienen más presencia del isótopo pesado que las rocas terrestres.


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jueves, 20 de octubre de 2016

El bautizo de los elementos

‘Lemmium’ o ‘godzilium’ son algunos de los nombres propuestos para las nuevas incorporaciones a la tabla periódica.


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Tardío, escondido, extraño o rayo. Suenan a apodos de superhéroes pero, en realidad, corresponden a las traducciones de los términos griegos que bautizan los gases nobles –llamados así porque no se mezclan (casi) con nadie. Argón, del griego argos, kripton (kryptos), xenón (xenos) o radón (en este caso, del latínradius). Añadan ahora a esta lista al recién llegado, ununoctium, el elemento más pesado, que hace el 118 de la tabla periódica. Es uno de los cuatro nuevos elementos que recientemente se han sintetizado y que han enriquecido la tabla. Junto al 118 se han incorporado el 113, 115 y 117, ununtrium, ununpentium,ununseptium, bautizos de gancho nulo, lo que no resta mérito a sus descubridores. El 113 fue descubierto por científicos del Instituto Riken en Japón; el resto, por equipos desperdigados entre Rusia y Estados Unidos.
Los hallazgos son de un calado enorme. Tomemos el ununoctium: cada vez que se logra sintetizarlo, el premio son dos o tres átomos que desaparecen en menos de un milisegundo. Suficiente para alcanzar la gloria científica. “Estos elementos pesados tienen existencia fugaz: una fracción de segundo o, como mucho, segundos o decenas de ellos, en los casos más afortunados”, explica Ernesto Carmona, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla y académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
La tabla periódica moderna está basada en la que propuso el químico ruso Mendeléiev en 1869. Organiza los elementos en columnas y filas. Las columnas agrupan a los elementos que tienen propiedades parecidas. En la columna 1, los metales alcalinos (salvo el hidrógeno), en la 2 los alcalinotérreos, columnas de 3 a 11 los metales de transición, etcétera. Las filas los ordenan por su número atómico, es decir, el número de protones que tienen los átomos en el núcleo. Así, el hidrógeno, con su único protón, aparece en la fila 1 en primer lugar. El ununoctium, con 118 protones, se encuentra en la última columna (18) ocupando además el último puesto de la última fila (7), como el elemento más pesado del universo conocido. Si recorremos con la vista la tabla, de izquierda a derecha, y fila por fila, descubrimos que las propiedades de los elementos se van repitiendo de forma periódica, explica Carmona. “Con esta clasificación, Mendeléiev supo predecir la existencia de elementos químicos entonces desconocidos, como el escandio (44), el galio (68) o el germanio (72)”.
Y ¿quién elige los nombres? Normalmente el honor corresponde a los científicos descubridores, asegura este experto. El elemento 106 se llama seaborgium (seaborgio) en honor de Glenn T. Seaborg. El wolframio fue descubierto por dos hermanos riojanos, Juan José y Fausto de Elhúyar, quienes propusieron el nombre al aislarlo de la wolframita. El bautizo definitivo corresponde a la IUPAC (International Union of Pure and Applied Chemistry) y el proceso suele tardar. Mientras tanto, se han organizado concursos online para recoger sugerencias para bautizar los nuevos elementos. Los lectores del diario The New York Timeshan propuesto nombres de toda clase y condición: adamantium –en referencia al material irrompible de las garras de Lobezno– trumpium –imaginen a quién se refiere el nombrecito– o godzilium. Lemmium, en homenaje a Lemmy, el cantante de Motörhead fallecido recientemente, obtuvo 145.000 firmas en Change.org. Carmona, por su parte, sugiere bartlettium para el 118 en honor de Neil Bartlett, el británico que en 1962 logró los primeros compuestos de los gases nobles, demostrando que no son completamente inertes y que, aunque con extraordinaria dificultad, pueden mezclarse. En los próximos años, anticipa este experto, habrá muchos más descubrimientos. Y más bautizos.
FUENTE: http://elpais.com/elpais/2016/02/12/eps/1455274644_062758.html

¿A qué sabe el agua del grifo?

El 99,3% del agua de grifo en España es potable.
Cada ciudad, cada pueblo, tiene sus monumentos, sus dulces típicos, sus fiestas patronales… y su agua del grifo. El líquido elemento que sale de las cañerías (y que de forma más técnica se llama agua apta para consumo humano o, simplemente, agua potable) es diferente en cada lugar. Porque lo que llamamos agua no es solo un conjunto impoluto de moléculas de H2O, sino que lleva disueltas muchas otras sustancias: su composición química depende de factores como su procedencia o su tratamiento, y de ella dependen características como el sabor o el olor (las propiedades organolépticas). Por eso esta agua no es, como suele decirse, inodora e insípida.
"El gusto o el olor de ciertas aguas para beber pueden no ser agradables, pero eso no significa que no sean potables."
“En la composición del agua de consumo es fundamental el carácter geológico del lugar de donde procede, por ejemplo, si son aguas subterráneas o superficiales”, dice Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS). “El agua es uno de los mejores disolventes que conocemos, está siempre deseando disolver cosas”, explica el experto, así que, en el caso de las subterráneas, no es lo mismo que provengan de un medio calizo o yesífero, que disuelve en el agua sulfatos y carbonatos (produciendo un “agua gorda”, más pesada y que puede tener cierto sabor), que la procedencia de medios de granito o gneis, que disuelven pocas sales en el agua. Estos son los medios de los que suelen proceder las aguas de montaña, que suelen tener mejores propiedades organolépticas. El agua para el consumo humano es en España en un 69% superficial (procedente de ríos, embalses, lagos, etcétera), en un 30% subterránea (pozos, manantiales o galerías de filtración) y en un 1% marítima, según un estudio de 2011 del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI).
Además, el agua también puede contener ácidos y sales de carácter biológico, producto de la materia orgánica de los suelos. A veces, estos compuestos le pueden dar a ciertas aguas cierto sabor a barro.
Cloro y sales
El agua del grifo también contiene cloro, que se utiliza para potabilizarla, eliminando los microorganismos patógenos. El término “dureza” del agua se refiere al alto nivel de minerales, especialmente sales de magnesio y calcio, y suele verse escrito en los envases de los detergentes. “Es porque a las aguas duras les cuesta más generar espuma, y los detergentes, que son tensoactivos, funcionan de ese modo”, afirma Eloy García Calvo, director del instituto de investigación Imdea Agua. Es importante, pues, ajustar la cantidad de detergente utilizado a la dureza del agua de nuestra zona.
     Potabilización

El agua de consumo se somete a tratamientos de potabilización y los parámetros que se controlan son los microbiológicos (esos que pueden afectar a la salud a corto plazo), los químicos (contaminación producida por la actividad humana), los indicadores (que dan idea de la eficacia del tratamiento del agua y su control) y la radiactividad (natural, debida a las características del terreno y más frecuente en aguas subterráneas). Aunque no es infrecuente en el mundo la transmisión de enfermedades por vía hídrica, según informa el ministerio, en España la incidencia es escasa. Para conocer la calidad del agua de su zona puede usted consultar al organismo Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC).
Hay otras formas de obtener agua potable, por ejemplo, las desalinizadoras, que hacen apta el agua del mar. “Son aliadas perfectas, porque hoy en día existe la tecnología suficiente para convertir cualquier tipo de agua en apta para el consumo”, dice García Eloy. En España está prohibido, pero en algunos países, como Singapur, llegan a tratar aguas residuales, como las del alcantarillado. “Puede que esta idea aquí pueda generarnos repulsión”, dice el investigador, “pero con la tecnología disponible se puede conseguir el mismo nivel de calidad”.

CÓMO SUBE AL OCTAVO PISO

Muchas veces no somos conscientes de los prodigios cotidianos a los que asistimos: uno abre el grifo y el agua ha subido ocho pisos por las cañerías y sale a presión. ¿Cómo se consigue? La forma más sencilla es aprovechar la energía potencial gravitatoria que se enseña en la física escolar. “Se consigue poniendo los depósitos de agua en cotas altas, por encima del nivel de los edificios”, dice Fernando Morcillo. Es decir, en montes cercanos, barrios más altos en la propia ciudad o, simplemente, colocando un depósito elevado sobre columnas. En teoría, el agua podría volver a alcanzar, después de distribuida, la misma altura de la que parte. En territorios sin elevaciones hay otra solución: el bombeo, que plantea problemas. “El consumo de energía en bombeo de agua es importante. Hay un concepto que está de moda en estos tiempos, es el binomio agua-energía”, dice Eloy García Calvo. “No hay agua sin energía y, de alguna manera, no hay energía sin agua”, concluye.
“Podemos rechazar ciertas aguas del grifo por un sabor u olor levemente desagradables, pero esto no quiere decir que no sean potables. En España podría decirse que prácticamente todos los grifos dan agua potable y, si no la dan, hay que indicarlo con un cartel bien visible”, dice García Calvo. En concreto, el 99,3% del agua de grifo en España es potable, según datos del MSSSI de 2013. “Las empresas de distribución de agua están obligadas a hacer controles exhaustivos y frecuentes, algunas sustancias se controlan a diario”, aclara el investigador. La legislación española a este respecto es rigurosa y se basa en directivas europeas.
Según los expertos, el agua del grifo no le tiene nada que envidiar a las aguas embotelladas (además, elude el problema de generar residuos como los envases). Pero la producción de este producto llega a los 5.331 millones de litros embotellados al año en España, según la Asociación Europea de Aguas Embotelladas (EFBW,en sus siglas inglesas), con un crecimiento del 2,5%, según la consultora Nielsen. Seis empresas multinacionales copan este mercado en el que la población española se gasta 1.000 millones al año.
#Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/03/21/ciencia/1458575816_770462.html?

Se descubre algo nuevo sobre el oxígeno en nuestro planeta.

Nuevo descubrimiento sobre el oxígeno en nuestro planeta.

Midiendo directamente el oxígeno atrapado en depósitos de sal prehistórica, el profesor Nigel Blamey descubrió que había más de lo previsto hace cerca de mil millones de años atrás.
Hasta ahora por conclusiones indirectas los científicos han estimado que el oxígeno contenido en la atmósfera era sólo de un dos por ciento, entre 800 millones de años a 1000 millones de años atrás y que luego habría aumentado a la par de la aparición de las primeras pruebas encontradas de vida más compleja.
Sin embargo en una muestra de sal de hace 815 millones de años se encontró que “el contenido medio de oxígeno de la atmósfera de la Tierra era del 10,9 por ciento, más de cinco veces mayor de lo que se pensaba y aproximadamente la mitad del nivel de oxígeno de hoy”, destacó un informe de la Universidad Brock en St. Catharines, Canadá, publicado el 25 de julio en la revista Science News.
“Esto nos dará una mejor comprensión de cómo evolucionó la vida”, comentó el profesor de Ciencias de la Tierra Uwe Brand.
De acuerdo a su colega, el profesor de geoquímica Nigel Blamey, dijo que  “hubo mucho debate sobre lo que el contenido de oxígeno era hace 800 millones de años o más. Nosotros hemos llegado con un método directo al analizar el contenido de dichos gases fósiles atrapados”.
Oxígeno en la atmósfera, en color verde las medidas reales en contraste con tres teorías del pasado. ( Universidad de Brock)
Oxígeno en la atmósfera, en color verde, las medidas reales en contraste con tres teorías del pasado. (Universidad de Brock)
“Creo que nuestros resultados tomarán a la gente por sorpresa” agregó el académico, destacando que “algunas personas van a aceptarlos y otros van a ser muy escépticos. Pero los datos están”.
El equipo de investigadores internacionales se compuso por científicos de Estados Unidos, Escocia, Francia, Australia y China, quienes recogieron muestras de todo el mundo de un mineral llamado “halita”- químicamente conocido como cloruro de sodio que es la forma natural de la sal de mesa.
Para medir el oxígeno, se colocó una muestra de halita en una cámara de vacío y se la aplastó en trozos pequeños, lo que hizo que el gas fósil atrapado en su interior se liberara, introduciéndose en un espectrómetro de masas de muy alta sensibilidad, capaz de leer y analizar el contenido del gas y su composición.
“Es una medida directa de la atmósfera de ese tiempo, no es una interpretación” explicó el profesor Brand.
Por ahora el registro fósil más antiguo de las muestras de sal se encuentra en rocas llamadas estromatolitos, que se formaron desde hace 3 mil millones de años atrás.
“Estas rocas están formadas por capas y capas de cianobacterias, un microbio unicelular que obtiene su energía del Sol y que hoy se conoce como ‘bacterias azul-verdosas'”.
Burbujas de aire en sal de hace 815 millones años - halite o cloruro de sodio. ( Universidad de Brock)
Burbujas de aire en sal de hace 815 millones años -halita o cloruro de sodio. (Universidad de Brock)
“Las antiguas cianobacterias produjeron oxígeno” explica el estudio. Son una prueba de que el oxígeno al menos existía en la atmósfera terrestre desde hace 2 mil a 3 mil millones de años atrás.
Es posible que más estudios determinen nuevas sorpresas sobre la cantidad de oxígeno, un elemento vital para la vida humana, tal como la conocemos hoy. Hasta la fecha se sabe que la cantidad ha sido variable durante el tiempo. Su existencia puede cambiar la comprensión sobre la presencia del hombre en nuestro planeta.

Basados en la evidencia de las cianobacterias, los profesores Blamey y Brand creen que un “abundante oxígeno comenzó a aparecer hace unos 2,3 millones de años y así emergieron formas de vida básicas que lo consumen”.

ARCOIRIS QUIMICO

Para introducir la diferencia entre sustancias ácidas y básicas se pueden realizar experiencias en las que se emplean distintos indicadores químicos. Los indicadores tienen la ventaja de ser sustancias que producen reacciones muy vistosas y coloridas que se pueden emplear como pretexto para la introducción de conceptos abstractos como puede ser el de pH.
El concepto de “ácido” suele ser conocido porque todos hemos experimentado alguna vez el sabor de sustancias ácidas como el jugo de limón, aunque a veces se suele relacionar con sustancias corrosivas o peligrosas
           Aunque parece magia, la verdad es que tiene un poco de truco. Es cierto que introducen agua en los vasos pero estos, previamente, tienen unas gotitas de indicador ácido-base de distinto tipo en el fondo. Es suficiente con esto, unas gotitas, para observar el espectacular cambio de color que se produce al variar el pH de neutro (agua) a básico agregando la disolución de hidróxido sódico, NaOH. El motivo es que los indicadores ácido base son sustancias intensamente coloreadas.
En concreto, en esta experiencia usan una gama de indicadores de pH que tengan los colores del arcoiris al  pH básico que aporta la disolución de hidróxido sódico.
Con estos indicadores o también con distintas combinaciones de ellos, se puede lograr el bonito y espectacular efecto del ARCOIRIS QUÍMICO.

lunes, 17 de octubre de 2016

QUIMICA Y FLUORESCENCIA

Los materiales fotoactivos o fotoluminiscentes son aquellos en los que se producen cambios de diferente naturaleza como consecuencia de la acción de la luz (solar o artificial) o que por otro lado son capaces de emitir luz como consecuencia de algún fenómeno externo.

Los materiales fotoluminiscentes, los podemos desglosar en: Fluorescentes, fosforescentes y electroluminiscentes.


Fluorescentes: son aquellos que emiten luz durante nanosegundos al ser excitados sus electrones a un estado superior de energía exponiéndolos a radiaciones del tipo ultravioleta, rayos catódicos o rayos X. Las radiaciones absorbidas (invisibles al ojo humano), son transformadas en luz visible, o sea, de una longitud de onda mayor a la incidente. Su efecto cesa tan pronto como desaparece la fuente de excitación. 
Fosforescentes: son aquellos materiales capaces de emitir luz después de haber sido excitados mediante luz (natural o artificial). Su emisión de luz continúa después de que la fuentes de excitación ha sido cesada. Esto último es lo que los diferencia de los fluorescentes. 
Electroluminiscentes: son los materiales que al ser estimulados mediante electricidad responden produciendo luces de diferentes colores. Su emisión de luz no conlleva producción de calor.

¿Qué es la fluorescencia?
La luminiscencia se llama fluorescencia cuando el tiempo para que la intensidad inicial de emisión decaiga de su valor original a 1/e (donde “e” es la carga del electrón) es del orden de 10-3sg o menor. Este fenómeno solo tiene lugar mientras dura la excitación, y se extingue muy rápidamente al cesar ésta.

La fluorescencia fue observada por primera vez por G. G. Stokes en el fluoruro de calcio, a lo cual se debe su nombre. Si mediante un prisma se forma un espectro solar y se desplaza a través del mismo un tubo que contenga una disolución de sulfato de quinina, todas las rayas del espectro, excepto las violetas, atraviesan la disolución; en cambio, al llegar a la luz violeta aparece un resplandor azulado en la disolución, el cual no cesa hasta que se haya atravesado dicha raya del espectro. En 1852 Stokes dedujo que ya que este fenómeno consiste en un aumento de la longitud de onda de los rayos incidentes cuya banda de frecuencia es en toda su amplitud, o en su mayor parte, más elevada que la banda de emisión (ley de Stokes).

La fluorescencia de resonancia representa el caso más sencillo: consiste en la absorción, por los átomos de la sustancia, de parte de la radiación incidente, seguida por la emisión en todas direcciones de luz monocromática de longitud de onda igual a la de la primera raya de su espectro de absorción. La interpretación del fenómeno es la siguiente: la onda luminosa excita el átomo y ésta pasa del estado fundamental al primer estado excitado absorbiendo parte de su energía; cuando el átomo vuelve al estado fundamental emite una radiación de energía igual a la que antes captó. El tiempo durante el cual se mantiene la emisión secundaria de luz una vez suprimida la radiación primaria se denomina tiempo de desvanecimiento es del orden de 10-8sg, como máximo. 
DIFERENCIAS ENTRE FLUORESCENCIA Y FOSFORESCENCIA. Los materiales fluorescentes emiten luz durante nanosegundos al ser excitados sus electrones a un estado superior de energía. Es decir que necesitan de iluminación para incrementar la energía y generar colores altamente llamativos (pinturas de marcación de carreteras en construcción, demarcaciones y algunas tintas de rotuladores y pinturas). Por lo tanto, los fluorescentes, necesitan una fuente continua de excitación.
Los pigmentos fosforescentes pueden absorber y almacenar energía lumínica cuando son expuestos a cualquier fuente de luz convencional (luz diurna ó luz eléctrica) y la emiten en la oscuridad durante largos periodos de tiempo (más de 12 horas). Es decir, se cargan en unos minutos y sus efectos duran horas. Su proceso de carga-descarga es completamente reversible, por lo que se pueden recargar tantas veces como se quiera. Emiten la luz sin ningún tipo de intervención humana, mecánica ó eléctrica. Es precisamente este automatismo en su activación lo que les hace útil en situaciones de emergencia.














FACTORES QUE AFECTAN A LA FLUORESCENCIA.
La intensidad de fluorescencia es afectada por los siguientes factores: 

1. Estructura: 
La fluorescencia se presenta más comúnmente y en forma más intensa con compuestos que tienen grupos funcionales aromáticos con bajas energías de transición p®p*. Compuestos que tienen estructuras de carbonilos alifáticos y alicíclicos o de dobles enlaces cojugados con un alto grado de estabilidad de resonancia también pueden presentar fluorescencia, pero el número de estos es relativamente pequeño comparado con el número de sistemas aromáticos fluorescentes. 

La sustitución de grupo funcional en el anillo de benceno cambia la longitud de onda de máxima absorción con un cambio correspondiente en la posición e intensidad de la línea de emisión de fluorescencia. 

2. Temperatura y naturaleza del solvente:
 
El efecto de un aumento en la temperatura incrementa el número de choques moleculares, por lo que la desactivación tiende a efectuarse a través de procesos no radiativos y por lo tanto se inhibe la fluorescencia. 

La viscosidad del solvente tiene efectos similares, a mayor viscosidad menor número de choques moleculares y mayor intensidad de fluorescencia.
La polaridad del solvente también tiene influencia en la fluorescencia, debido al efecto hipsocrómico y batocrómico que el solvente ejerce sobre el compuesto. 


3. Efecto del pH: 
Debido a las diferentes formas químicas que son posibles de existir a diferentes condiciones de pH, la intensidad de fluorescencia también es afectado por este factor. Ejemplo: el fenol y el ión fenolato tienen diferentes propiedades fluorescentes, por lo que si las condiciones son de pH básico la especie estará en el equilibrio químico en la forma del fenol y/o ion fenolato, afectando así la intensidad de fluorescencia. 

4. Efecto del oxígeno disuelto: 
Debido al paramagnetismo de la molécula de oxígeno, esta tiende a desactivar cualesquier estado activado por oxidación fotoquímica de la especie fotoluminiscente, provoca cruzamiento intersistemas y conversiones de las moléculas excitadas al estado triplete .por lo que es deseable que el oxígeno no se encuentra presente en solución o su concentración sea mínima.


domingo, 2 de octubre de 2016

BIENVENIDOS

Hola, somos un grupo de química de 2º de bachillerato del colegio San Juan Bosco de Granada, este blog ha sido creado para aplicación, investigación y ampliación de la asignatura y en el veréis desde vídeos prácticos como teóricos hasta investigaciones sobre cualquier tema derivado de la asignatura.
Somos un grupo formado por cinco estudiantes:
Raquel Perez 
Jesús Mangas
Andrea Toral 
Antonio Ursache
Andrea Ruiz 

Cada uno de nosotros iremos trabajando en ello a lo largo de todo el curso. Bienvenidos.